Santiago Caputo les pidió a los ministros y funcionarios del gobierno que encuentren huecos en el Estado para ajustar y alimentar las redes de la batalla cultural que libra Javier Milei contra la «casta».
Al menos una vez por semana, el Gobierno anuncia despidos, cierres o ajustes feroces en organismos. Ya pasó con Télam, el Incaa, la TV Pública y con la destrucción de empleos que el propio Milei calculó en 50 mil desde que asumió.
Esta semana vino recargada de anuncios en ese sentido. A los despidos en la Anses se sumaron 300 en el Enacom, que cerrará sus delegaciones en todo el país. Y el vocero presidencial, Manuel Adorni, anunció este miércoles que el Gobierno suspenderá a todas las cooperativas creadas entre 2020 y 2022.
Adorni es quien suele ser la cara de este tipo de anuncios, como el del cambio del nombre del CCK. El ex alumno del San Luis de La Plata reúne a los voceros todos los miércoles y con ellos habla de qué hacer con los medios que lo incomodan.
Además del ajuste, Caputo es quien propone ideas para mantener la iniciativa con fuegos de artificio como el cambio de nombre del CCK, la eliminación del Salón de las Mujeres y el cambio de nombre del Salón de los Pueblos Originarios que el gobierno anunciaría a la brevedad. También estuvo detrás del video con el que el gobierno reivindicó la dictadura el 24 de marzo.
El objetivo de Caputo, líder del Grupo Marlboro, es copar la agenda con la guerra de Milei contra la «casta», que tiene asteriscos como Daniel Scioli, Rodolfo Barra, Patricia Bullrich, Ariel Lijo, Federico Sturzenegger y la familia Menem.