Pablo Yedlin, histórico socio político de Juan Manzur, cerró con Sergio Massa en Tucumán, como parte de una jugada que busca cubrirse ante un eventual acuerdo del gobernador Osvaldo Jaldo con Javier Milei.
Yedlin, actual diputado nacional y ex senador, metió al interventor del Frente Renovador en el NOA, Samuel Semrik. La llegada de Semrik, médico como Yedlin, la ejecutó Diego Giuliano, titular del frente de Massa a nivel nacional.
La movida no es otra cosa que un mensaje a Jaldo, que viene coqueteando con Javier Milei desde antes de su asunción. En el peronismo tucumano, hoy presidido por Manzur, advierten que si Jaldo tira demasiado de la cuerda le competirán por fuera en las elecciones de medio término.
«El peronismo de Tucumán va a tener una opción electoral opositora a Milei», anticiparon a LPO. Massa cree que el plan económico de Milei no funcionará y por eso plantea que hay que pararse en la oposición al Gobierno. Así se los hizo saber a los cordobeses que lo visitaron la semana pasada en Capital, como reveló LPO en exclusiva.
Ahí entraría a jugar el Frente Renovador, un sello que le permitiría jugar tanto a Yedlin como al resto del peronismo tucumano que quiera plantar una boleta de oposición frontal a Milei.
Pero en el peronismo de Tucumán siempre puede pasar cualquier cosa. De hecho, en la intimidad Jaldo comenta que él presentará lista por el PJ y si Juan Manzur quiere enfrentarlo deberá presentarse en las internas.
«Todo depende de cómo decante el gobierno de Milei, si se va todo a los caños por ahí terminamos todos abrazados de nuevo con Jaldo», admitió a LPO un peronista tucumano cercano a Yedlin.
En Tucumán Massa también sumó a Gerónimo Vargas Aignasse, legislador provincial y también proveniente del sector de Manzur. La figura en ascenso del peronismo tucumano es la intendenta de la capital, Rossana Chahla, que para muchos es número puesto para competir por la gobernación en 2027. «Es la que mejor equilibrio está haciendo», afirmó a LPO un experimentado dirigente del peronismo tucumano.