El mencionado acuerdo llegó tras semanas de intensas negociaciones entre los embajadores de los Veintisiete, aunque los detalles y la letra chica del texto final aún se desconocen.
Muchos de estos países hicieron menciones particulares con respecto al nuevo paquete de ayuda, entre los que se contaba Alemania, quién pidió que se tuvieran en cuenta los 8.000 millones que va a dedicar a apoyar a Ucrania este año a la hora de establecer las compensaciones en el fondo.
Paralelamente, los bávaros quieren que el fondo sea utilizado para incentivar compras conjuntas de armas y municiones nuevas para Ucrania más que para financiar la entrega de material ya existente en los arsenales de los países, en gran parte de la era soviética.
Por su parte, países como Francia, Grecia y Chipre, además, insistieron en que el fondo debe privilegiar las adquisiciones de material en Europa, mientras que Hungría manifestó su negativa a seguir participando en ese fondo.