Pablo Damián Grottini jura que es inocente, que su vida estuvo rociada por la tragedia y que nada tuvo que ver él en la muertes de su hermano menor, su hija y su mamá, por las cuales será juzgado desde este lunes en San Nicolás.
Será el Tribunal Oral en lo Criminal N°1 el encargado de determinar si el funebrero de 44 años, ferviente devoto de la fe católica, es en realidad un asesino serial, y si efectivamente ideó un plan macabro para asesinar a Germán Grottini (32), Ailén Grottini (10) y Teresita Di Martino (61) -en ese orden-, como cree la fiscal del caso a partir de las pruebas acumuladas en su contra.
Días atrás, en la audiencia preliminar rumbo al juicio, se definió que habrá 85 testigos. Más de la mitad son personal de la salud y María Belén Baños, titular de la Unidad Funcional de Instrucción N°12 de San Nicolás, pidió que parte del debate se desarrolle en una recorrida por el Hospital San Felipe, donde murieron dos de las presuntas víctimas. Además, según Diario El Norte de esa localidad bonaerense, la fiscal elevó un pedido para que la psicóloga que atendía a Ailén sea relevada del secreto profesional y pueda ofrecer su testimonio.
“Se podría pensar -o haberse pensado antes del inicio de la investigación- que Pablo Damián Grottini es simplemente una persona signada por la tragedia, al verse castigado por la muerte de sus tres familiares más cercanos. Pero en realidad, este fue el resultado de un plan homicida”, indicó Baños en la requisitoria de elevación a juicio.
Tres muertes llenas de misterio y una sospecha perturbadora
Grottini comenzó a ser investigado tras la muerte de Teresita, su mamá, en el Hospital San Felipe. Allí llegó descompuesta y en compañía del acusado. Dijo sentirse mareada y angustiada por la muerte de su otro hijo y su nieta, ocurridos tiempo atrás.
Tras realizarle los estudios correspondientes, los médicos constataron que estaba recuperada y planeaban darle el alta. Todo parecía estar en orden. Sin embargo, mientras la mujer permanecía internada en el box 3, Grottini llamó a la enfermería y reportó que el suero “perdía”.
Al acercarse, la enfermera de turno constató que estaba pinchado, atravesado de lado a lado, y que el hombre tenía su ropa mojada. Según consta en el expediente, una hora y media después Grottini volvió a llamar a los enfermeros. El motivo: Di Martino había muerto.
“Se determinó que el nuevo suero que había colocado la enfermera también se encontraba pinchado, esta vez con un solo orificio en la manguera, y se halló en el mismo box donde se encontraba la paciente una ampolla de diazepam abierta, la cual no había sido prescripta para ningún paciente ese día”, se informó en un comunicado judicial.
Los sueros pinchados y la presencia de un fármaco ajeno al stock del hospital encendieron las primeras sospechas. El caso fue reportado en sede judicial y, mientras se investigaba, surgieron testimonios de conocidos y vecinos que mencionaron que Germán, un hermano de Grottini que tenía 32 años, era deportista, guardavidas y no tenía ninguna patología previa, había muerto en circunstancias similares en julio de 2019. Y no solo eso, sino que algo parecido había ocurrido en julio de 2021 con Ailén, su hija adoptiva y quien padecía un retraso madurativo.
Durante la investigación, la fiscal identificó los puntos en común en las tres muertes: los pacientes llegaron al hospital con nauseas, sueño y alteraciones cognitivas, y los médicos no lograban encontrar la causa de la afección. Los tres evidenciaron signos de recuperación con el correr de las horas, pero luego de quedar en compañía de Grottini en sus habitaciones, murieron de forma repentina y sin explicación.
“El análisis de las acciones y de un extenso listado de elementos probatorios habidos en su contra, permite echar luz sobre la oculta historia y revelar el plan criminal. Teresita Di Martino, Ailén Grottini y Germán Grottini no murieron de forma natural: fueron asesinados alevosamente por Pablo Damián Grottini”, concluyó Baños en su informe.
La fiscal miró horas y horas de grabaciones de las cámaras de seguridad de los hospitales donde murieron las víctimas. Además peritó el celular del acusado y sus computadoras. También se hicieron las autopsias a los cuerpos de Teresita y de Ailén, el cual tuvieron que exhumar. El procedimiento no pudo hacerse sobre el cadáver de Germán debido a que había sido cremado.
En el cuerpo de la madre constataron que la muerte se dio por asfixia, compatible con la “inoculación de aire por vía endovenosa”. Es decir, le habrían inyectado aire en las venas. Lo mismo se presupone que hizo con su hija. Todas las pruebas serán ventiladas en el juicio.
“Morir sin dejar rastro” y “qué pasa si inyecto aire en las venas”: las búsquedas de Grottini en Google
Baños mencionó que a partir de la evidencia recolectada “se pudo ingresar en la mente del imputado” y quedó constatada la “oscuridad y perversión de Grottini”.
Fotos de su hija cuando sufrió el último paro cardíaco, búsquedas macabras en Google y en YouTube y chats con el contacto “Ailén” cuando la nena de 10 años ya estaba fallecida son algunos de los elementos reunidos por la fiscal para formular la acusación.
Por un lado, los peritos encontraron que Grottini buscó en YouTube “5 cosas que tu cuerpo experimenta cuando lo incineran”, e incluso había búsquedas mucho más distantes hacia atrás en el tiempo acerca de “como creman un cuerpo humano”, “video de cremación de un cuerpo”, “cosas que tu cuerpo hace aún después de muerto”, “como creman un cuerpo humano”, “¿qué sentimos al morir?”, entre otras.
En Google, siempre de acuerdo con el peritaje informático, algunas de las búsquedas fueron: “Venenos más letales del mundo”; “qué pasa si infiltrás aire en las venas”; “qué se puede tomar para provocar la muerte”; “cuál es la vena que hay que infiltrar para producir el paro”; “qué produce el aire en las venas”; y “qué pasa si inyecto agua en las venas”.
Grottini reconoció las búsquedas, aunque argumentó que las había hecho con la intención de suicidarse. Desde su celda en la Unidad Penal 3 de San Nicolás, donde cumple la prisión preventiva desde días después de la muerte de su mamá, difundió un video en el que afirmó que es inocente y criticó a la fiscal.
El acusado llega a juicio por los delitos de “homicidio calificado por el vínculo, por la alevosía y por el medio empleado” respecto de Ailén y Teresita, y “homicidio calificado por la alevosía y por el medio empleado”, respecto de Germán.
También se lo acusa de “daño” en concurso real, debido a que al perro de su hermano le habría inyectado una sustancia que le provocó la muerte. Grottini enfrenta una prisión perpetua. La verdad comenzará a develarse este lunes.