La interna que atraviesa el peronismo con epicentro en la provincia de Buenos Aires compondrá otra foto dentro de algunos días, cuando todos los sectores que respaldan la figura del gobernador bonaerense, Axel Kicillof, confluyan en el encuentro de la militancia “La Patria No Se Vende”, que se llevará adelante el 18 de mayo en la Universidad Nacional Arturo Jauretche de Florencio Varela. Los organizadores esperan que el plenario sea multitudinario. En horas de la tarde lo cerrará el propio gobernador.
Detrás de este armado están dirigentes del peronismo K que vienen planteando sus diferencias con la conducción de La Cámpora y lo que pareciera ser el apañe de Cristina Kirchner al respecto. Uno de los trasfondos de la interna, sino el central, es la negociación de las listas legislativas del año que viene. Es que los espacios que no tuvieron lugar ni juego en el esquema electoral del año pasado en la provincia de Buenos Aires no quieren volver a repetir la experiencia de aquel cierre de listas del año 2023; sobre todo para lo que respecta a los casilleros legislativos, donde La Cámpora y un sector de los intendentes que eran cercanos al entonces Jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, tuvieron preponderancia.
Desde ese tiempo a esta parte, quienes quedaron fuera de la mesa decisoria fueron armando una estructura que hoy ya tiene un sello propio y que se encolumna detrás de la gestión de Kicillof. Públicamente, el gobernador busca esquivar esta discusión, aunque gestualmente da vía libre a los armados y no interviene cuando sube la tensión entre los actores.
Están construyendo para la mesa política de Kicillof los intendentes Jorge Ferraresi (Avellaneda), Fernando Espinoza (La Matanza), Mario Secco (Ensenada), Julio Alak (La Plata), Andrés Watson (Florencio Varela), Pablo Descalzo (Ituzaingó), Gustavo Barrera (Villa Gesell), entre otros. Además de la vicegobernadora Verónica Magario; el ministro de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, Andrés Larroque; de Trabajo, Walter Correa; de Gobierno, Carlos Bianco; de Infraestructura, Gabriel Katopodis; la Jefa de Asesores, Cristina Álvarez Rodríguez; la diputada nacional Victoria Tolosa Paz y siguen las firmas.
El caso de los intendentes es particular. Hay algunos que se empiezan a arrimar a este armado, pero sin dejar de reconocer la conducción y liderazgo de Cristina Kirchner ni el lugar de Máximo Kirchner como presidente del PJ bonaerense.
Otro de los factores que empujan este armado es la confrontación con el gobierno de Javier Milei. Estos sectores le reconocen a Kicillof que en vez de adoptar una estrategia de repliegue en la provincia de Buenos Aires, el mandatario saltó a la discusión nacional. Aparece allí el horizonte del 2027.
De la nómina “kicillofista”, hay dirigentes que tienen algunas responsabilidades de convocatoria a más espacios peronistas y progresistas. Por eso del plenario que se llevará a cabo el 18 de mayo próximo también participará el sector gremial y los movimientos sociales. Correa y Bianco articulan con los gremios. Correa tiene sobre todo un pie en la CGT, mientras que Bianco junto a Secco llevan la relación con las dos CTA, que también respaldan a Kicillof.
En tanto que Larroque -por su rol en la gestión- hace de enlace con los movimientos sociales. Además, “El Cuervo”, está a cargo de la coordinación del espacio “La Patria es el Otro”, un conglomerado de organizaciones que cuando empezaron a agruparse parte de su idiosincrasia tenía que ver con estar por fuera de la lógica de La Cámpora y ser organizaciones silvestres. Hoy por hoy son parte de la estructura sobre la que se para Kicillof.
Días atrás también se presentó oficialmente la incorporación del Movimiento Evita al gobierno bonaerense a través del Instituto Provincial de Asociativismo y Cooperativismo que preside desde el mes pasado, Gildo Onorato. Se suma a la llegada del coordinador de Somos Barrios de Pie, Daniel Menéndez que es el nuevo subsecretario de Economía Popular de la Provincia dentro del ministerio de Larroque. El Evita y Barrios de Pie juegan decididamente con Kicillof.
El último fin de semana, también se presentó otro espacio que se mueve en tándem con La Patria es el Otro. Se trata de Patria y Futuro; un conjunto de organizaciones de corte peronista-progresista que desde hace un tiempo vienen confluyendo en el respaldo a la figura de Kicillof a partir de la intervención de Bianco, mano derecha del gobernador. Entre los referentes de este espacio están el ex legislador porteño, José Cruz Campagnoli; que intervino como nexo con Bianco con esta constelación de militantes; la ex ministra de Mujeres, Géneros y Diversidad de la Nación, Elizabeth Gómez Alcorta, el secretario general del sindicato del subte (AGTSyP), Beto Pianelli; la ex ministra de Economía Felisa Miceli; Manuel Bertoldi, de la Federación Rural; el titular del Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba) Agustín Lecchi; y el secretario gremial del sindicato de Aceiteros, Ezequiel Roldán, entre otros. “No hicimos la suficiente política, más allá de la gestión. Bueno, acá está… Uno tiene que aprender de los errores. No está mal debatir, hay que aprender y actuar en consecuencia. Vamos a hacer más política, loco. Sé que nos quedamos cortos, porque si hubiésemos hecho lo suficiente no hubiésemos perdido la elección”, había dicho Bianco en la presentación de Patria y Futuro.
En tanto, el plenario “La Patria no se Vende” también dejará una postal de continuidad a lo que fue el sábado 27 de abril cuando Kicillof encabezó un acto en Ensenada y otro en Avellaneda, para terminar escuchando a la dos veces presidenta en Quilmes. Allí, Cristina Kirchner le pidió a la dirigencia que se formen, estudien y que salgan a debatir cosas que le importan a la gente y “no pelotudeces”. Ese pasaje parecía traducir su fastidio por la interna.
Sin embargo, una vez concluido el discurso, la ex presidenta subió al escenario al senador nacional Eduardo de Pedro, al diputado nacional Máximo Kirchner y la anfitriona Mayra Mendoza: parte de la cúpula de La Cámpora. Kicillof siguió el acto desde la primera fila y CFK no hizo mención alguna del gobernador, que tampoco participó de una foto de todos los intendentes presentes con Cristina. La explicación fue que al momento de la toma, Kicillof aún no había llegado.