Estudiantes de La Plata y Vélez se enfrentarán el domingo desde las 15.30 en el estadio Madre de Ciudades, en Santiago del Estero para definir al nuevo campeón de la Copa de la Liga 2024. Si bien no jugaron finales entre sí, a estos equipos los une una historia muy particular: sus hinchadas tenían muy buena relación, hasta que un día eso se rompió y se desató una rivalidad fuerte que se sostiene hasta hoy.
Si bien no se sabe con exactitud cuándo comenzó la “amistad” entre los hinchas de ambos equipos, hay varios momentos que dan muestra de ese buen vínculo que hubo alguna vez entre fortineros y pincharratas. Uno de ellos fue en 1992, cuando Vélez venció a Gimnasia 3-0 en el Monumental por la Liguilla Pre-Libertadores. Después de ese partido Roberto Trotta, que había llegado al equipo de Liniers desde el Pincha -y luego sería campeón del mundo con Vélez- besó un escudo de Estudiantes cuando terminó el partido.
Esto hizo que las hinchadas del Fortín y el Lobo se miraran de reojo, lo que acercó más a los de Liniers con el León. De a poco, esa buena onda se extendió. Tal es así que los fanáticos de ambos equipos intercambiaban camisetas, compartían comidas antes de los partidos entre sí y hasta iban a ver a su equipo con la casaca del rival, los de Vélez con la de Estudiantes, que en la década del ‘90 peleaba el descenso, y los de Pincha con la del Fortín, que fue campeón de la Libertadores y la Intercontinental en 1994.
El enfrentamiento entre Vélez y Gimnasia que terminó con una pelea entre los jugadores
El 3 de abril del ‘94 se dio una violenta situación entre los planteles de Vélez y Gimnasia. Fue por la segunda fecha del Clausura. El Lobo venció 3-2 al equipo de Carlos Bianchi en el Bosque gracias a los goles de Hugo Guerra, Pablo Morant y Fabián Fernández. El partido fue caliente: sobre el final se fueron expulsados Mauricio Pellegrino y Guillermo Sanguinetti, que se trenzaron, y antes había visto la roja Sergio Dopazo.
Una vez que el árbitro pitó el final, José Luis Chilavert corrió hasta la manga que llevaba a los vestuarios y agredió a Sanguinetti. Por su parte Dopazo golpeó a Trotta y se desató la violencia entre jugadores, cuerpos técnicos y ayudantes. Tanto que hasta Carlos Bianchi debió ser atendido por un corte en la cabeza. Volaron sillas, piñas y patadas. Chilavert recibió siete fechas de suspensión y Dopazo nueve. Este partido acercó todavía más a los hinchas del Fortín y del Pincha.
Durante los ‘90, cuando Estudiantes regresó a Primera, incluso jugó como local en el estadio Amalfitani algunos partidos. En esos duelos los hinchas de Vélez se acercaban a Liniers para apoyar al conjunto de La Plata. Tal era el vínculo que había un cantito compartido: “El Pincha y el Fortín, unidos hasta el fin”.
El partido que desató la rivalidad entre Vélez y Estudiantes
Aquellos tiempos de buena relación entre las hinchadas se terminaron el 29 de junio de 2003, cuando el Pincha de Carlos Bilardo le ganó al Fortín en su casa. Aquella tarde el Vélez de Carlos Ischia llegó a la fecha 18 con chances de ser campeón, pero para eso debía ganar sí o sí. Y fue justo el Pincha el que le ahogó la posibilidad con un gol de José Sosa, que estará presente en la final del próximo domingo.
Tras ponerse 1-0 arriba el conjunto de Bilardo comenzó a mover la pelota de un lado al otro y a hacer tiempo, lo que los hinchas de Vélez consideraron como una traición y por eso empezaron a insultar al DT Pincharrata. Esa fue la ruptura definitiva: los de Liniers no toleraron esa actitud mientras que los del León no perdonaron que insultaran a su ídolo.
“Me parece que Vélez no sale campeón porque el Pincha lo cagó”, comenzaron a cantar los de Estudiantes tras los insultos al entrenador campeón del mundo y los del Fortín respondieron: “Vos sos de la B”. Ahí, esa tarde, comenzó la rivalidad entre ambos equipos. Para colmo, dos horas después River venció a Olimpo de Bahía Blanca y se consagró campeón del Clausura 2003, una fecha antes de que termine el certamen.
Desde entonces, los encuentros entre Vélez y Estudiantes se viven con una intensidad distinta a la que predominó durante 20 años.