Los ataques de Javier Milei contra el Congreso ya no son solamente retóricos sino que también impactan en los bolsillos de los legisladores.
Luego de que Victoria Villarruel accediera a firmar el decreto con Martín Menem para retrotraer el aumento de las dietas, los administrativos del Poder Legislativo iniciaron una liquidación de los sueldos con el descuento de un solo saque: de ilusionarse con obtener un ingreso neto de 2,2 millones de pesos, senadores y diputados tendrán que conformarse con obtener 900 mil pesos a principios de abril, muy por debajo incluso de los 1,7 millones de pesos que cobraron en enero.
En los pasillos de la Cámara de Diputados la bronca no admite discreción y alcanza, incluso, al bloque de La Libertad Avanza (LLA). «Yo tengo que bancar un departamento en Capital Federal, donde pago 400 lucas de alquiler, y a mi familia en mi provincia», se quejaba un legislador de una provincia remota ante LPO.
Un colega suyo pero del PRO razonaba de forma similar. «Estos tipos me van a pagar 900 lucas, pero se me rompió el lavarropas y el año pasado cambié la heladera», dijo, y agregó: «llevo una vida sin lujos, pero no puedo mantener mi casa y mi familia por ese dinero».
Las manifestaciones de enojo se inscriben en la misma línea que expresó Villarruel en su primera entrevista televisiva desde que asumió. «Yo no me meto con el bolsillo de nadie», sostuvo para diferenciarse de Milei y reivindicar la importancia de que los legisladores ganen acorde a la función que desempeñan.
Una fuente parlamentaria deslizó ante este medio que «se están liquidando las dietas por estas horas y ningún diputado o senador sabe muy bien cuánto va a cobrar».
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El malestar por los ingresos, según admitieron en un despacho libertario, también genera mala predisposición entre los opositores aliados para acompañar las iniciativas del Ejecutivo. «Encima que los critica y manda un decreto para subir jubilaciones, pretende que apoyen la ley ómnibus y el DNU después de recortar las dietas», señalaron.
Desde el macrismo habían reclamado que, al menos, hiciera el descuento en cuotas. En Unión por la Patria (UP), ironizaron sobre un triunfo al FIT: «ganaron los troskos, porque pedían que los diputados ganaran como los docentes y una maestra de grado, sin antigüedad y con jornada completa, llega a los 933 mil pesos».
