Radicales de todo el país se reunieron en Santa Fe para relanzar un espacio socialdemócrata, con un plenario que buscó fijar una postura opositora clara frente al gobierno de Javier Milei y debatir el rumbo futuro de la Unión Cívica Radical.
La ciudad emblemática que ha sido cuna de la constitución nacional fue el escenario de un plenario de dirigentes y militantes radicales que echaron a rodar las energías que quedan para el final del año. Se hizo con la expectativa de generar un cambio de timón en la situación de la Unión Civica Radical a nivel nacional, que se debate, como hoja en la tormenta al pleno garete, entre amagues hacia la Casa Rosada o, como en el caso de ayer, el armado una plataforma realmente opositora.
El plenario de las últimas horas en Santa Fe convocado por el exdiputado nacional, Luis “Changui” Cáceres, no pretendía un sello personal porque, en realidad, es la continuidad asamblearia y deliberativa que se inició con un mitin similar convocado en la sede del comité nacional por Juan Manuel Casella hace un par de meses.
Sí sorprendió que se pasó de poco más de un centenar de almas en aquella ocasión a la presencia de más de setecientos correligionarios de Alem que fueron a aplaudir la consigna convocante y fue la del “relanzamiento de una postura socialdemócrata”.
Tal vez por la presencia del titular del comité nacional, Martín Lousteau, o del gobernador, Maximiliano Pullaro, pudo suceder que había mayor atractivo para que se potencie el reclamo interno a través de estos dirigentes. Lo cierto es que, para los tiempos que corren, el plenario adquirió ribetes de multitudinario.
Para muchos organizadores valió la pena la convocatoria, no sólo por lo que significó la repercusión, sino por que quedó plasmado en papel, y en un documento consensuado, la voluntad de ir por el camino de un frente netamente opositor al presidente Javier Milei y, es más, hacer un llamado a todos los cuerpos orgánicos para realizar un debate histórico sobre el rumbo que debe adquirir el partido centenario. Atentamente, escuchó el mensaje de manera directa el titular del comité nacional, Martín Lousteau, quien tiene facultades para citar de manera inmediata a la mesa de conducción y al plenario, conformado por cuatro delegados por cada provincia.
Ese debate puede, tal vez, calmar las aguas turbulentas que se agitan desde hace un tiempo y que son provocadas por el roce entre posturas declamadas como la de ayer y la que vienen manifestando otros gobernadores que priorizan sus críticas sobre el kirchnerismo y apenas hacen observaciones muy medidas contra los libertarios.
Pablo Juliano y Facundo Manes.
Esta situación en estado de indefinición alienta mucho las grietas intestinas, sobre todo en el seno de la militancia que espera una salida socialdemócrata y choca intempestivamente contra el acompañamiento de sectores como el bloque radical que conduce el cordobés Rodrigo De Loredo. De hecho, en el plenario de Santa Fe se resolvió aprobar y apoyar la labor del bloque disidente radical Democracia para Siempre que comanda Pablo Juliano y que apoyan su colega de bancada Facundo Manes y el senador Martín Lousteau.
El plenario arrojó además una serie de temas como la necesidad de poner un freno a la desregulación que atropella el ejercicio de los derechos laborales y la igualdad de género, como así también una serie de reclamos en materia económica en general que suponen una de las primeras agendas proactivas que se lanzan desde un ámbito radical, aunque haya sido informal.
Además, quedó conformada una mesa de conducción del espacio que, en sucesivas semanas empezará a activar mecanismos para que el mensaje siga en estado de difusión permanente y para persistir en la tan ansiada convocatoria al debate en escenarios formales y neutrales como puede ser en convenciones provinciales o la nacional misma.
La fijación de una postura le ganó a cualquier otra expectativa que se había puesto sobre un plenario en una provincia gobernada por un radical que ha sembrado una gran admiración en la militancia como es Maximiliano Pullaro. Muchos interpretaron que su concurrencia al plenario significaba un apoyo a una candidatura presidencial para el 2027, pero parece que nada estaba más alejado de la realidad.
El gobernador Maximiliano Pullaro.
En el entorno de Pullaro entienden que la expectativa personal del mandatario está puesta en la realización de una convención constituyente que, entre otras cosas, permita la reelección del gobernador, con lo cual se mantiene la distancia, en términos temporales, hacia la Casa Rosada.
En cambio, sí se lo rescató a Pullaro como un verdadero referente nacional a quien se le manifestó todo el respaldo a su gestión, sobre todo, en lo relativo a la lucha contra el narcotráfico y a su política de acompañamiento a productores rurales y la producción en su conjunto, dos de sus mayores preocupaciones en materia de gestión.
Así las cosas, con cierta satisfacción por el balance de esta etapa, los organizadores y militantes de este espacio regresaron a sus distritos alimentando la expectativa por haber generado, al menos, una cabecera de playa desde donde dar una batalla política para reconducir el partido centenario hacia un verdadero frente opositor a las políticas libertarias.
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