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Una nena de 12 años denunció que su papá le pegó luego de que tuviera una mala nota en la escuela

Ocurrió en Santa Fe. El hombre quedó imputado por lesiones leves por el contexto de violencia familiar.

Una nena de 12 años contó en la escuela que su papá le había dado una brutal golpiza después de haber sacado una mala nota en una prueba. Las autoridades de la institución intervinieron y aplicaron el protocolo de violencia intrafamiliar. El hombre, de 30 años, que tenía antecedentes de violencia doméstica, fue imputado este viernes por lesiones.

El episodio de violencia ocurrió el pasado miércoles por la mañana en la ciudad de Santa Fe. “El imputado golpeó y apretó el cuello de su hija dificultándole respirar, como castigo porque ella había obtenido una mala nota en una evaluación en la escuela primaria”, sostuvo la fiscal Rosana Marcolín, a cargo del caso.

La agresión tuvo lugar en la vivienda en la que ambos residían junto con la madre de la víctima. “Ese mismo día a la tarde, la niña participó de una actividad escolar en la que logró contar que su padre la había atacado”, detalló Marcolín y agregó que “lo dijo ante sus compañeros de grado y docentes”.

Después de relatar el horror que había vivido en su casa, el personal de la institución habló con ella, indagó sobre lo sucedido y le brindó contención, remarcó la letrada. Lo primero que hicieron las autoridades del establecimiento fue ponerse en contacto con la madre de la menor, pero la mujer se negó a iniciar acciones penales contra su pareja.

La madre de la menor se negó a hacer la denuncia y las autoridades escolares actuaron de oficio. (Foto: gentileza Impulso)
La madre de la menor se negó a hacer la denuncia y las autoridades escolares actuaron de oficio. (Foto: gentileza Impulso)

Ante la negativa de la mamá, decidieron actuar de oficio: “La denuncia que originó la investigación fue radicada por el representante legal del establecimiento educativo en un Centro Territorial de Denuncias (CTD)”, detalló la fiscal.

Según indicaron las primeras averiguaciones del caso, no era la primera vez que el hombre maltrataba a su grupo familiar, “hay antecedentes de violencia doméstica ejercida por el imputado tanto en perjuicio de su hija como de su pareja”, sostuvo Marcolín.

El padre de la menor quedó imputado por lesiones leves dolosas calificadas, por el contexto de violencia familiar y el próximo miércoles se llevará a cabo la audiencia en la que se debatirán las medidas cautelares a aplicar.

Le robaron toda la recaudación de su kiosco y ofrece $500.000 para encontrar a los delincuentes

Luego de que dos ladrones le robaran toda la recaudación de su kiosco, un comerciante publicó un video en el que ofrece una recompensa de $500.000 para quien le aporte algún dato de los delincuentes.

$500.000 en mano a quien me dé el nombre, apellido, dirección y DNI, lo que sea”, sostuvo Abel, víctima del robo ocurrido durante la tarde del viernes en su kiosco de Wilde.

En el video, el comerciante pidió que los vecinos “compartan la publicación” para dar con el paradero de alguno de los asaltantes que ingresaron a “El Nuevo Bombazo”, su negocio ubicado en la calle Camacuá al 5300.

Clarín relató que los delincuentes aprovecharon el momento en que la vendedora abrió una puerta de rejas para entregar una mercadería y entraron al kiosco. Uno se quedó en la puerta y el otro ingresó en búsqueda del dinero que la vendedora guardaba en la caja registradora: “Quedate ahí porque te tiro”, le dijo.

Abel comenzó a vender de manera itinerante y luego hizo base en su casa (Foto: Leandro Heredia/ TN).
Abel comenzó a vender de manera itinerante y luego hizo base en su casa (Foto: Leandro Heredia/ TN).

“A todas las personas que me llaman por teléfono, gracias. Y a los que quieren hacer una colecta, no hace falta. Tengo dos brazos, dos piernas y un terrible ingenio para volver a recuperarme. No necesitamos nada”, publicó el dueño del kiosco en sus redes.

Luego volvió a pedir: “Nomás compartan el video, hay que escrachar a esta gente”.

La historia de Abel, el dueño del kiosco de Wilde

Abel tiene 32 años y hace tres su vida cambió por completo. Decidió sacar una mesa de plástico a la vereda de su casa de Wilde y se puso a vender diez paquetes de galletitas pepas. “Trabajaba en un mayorista y los ‘buscas’ iban y revendían. Yo hice lo mismo durante un tiempo hasta que empecé a tener problemas con otros vendedores ambulantes y mi mamá me sugirió que le vendiera a la gente del barrio y así empezó todo”, contó Abel Miño a Telenoche.

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Abel tiene 32 años y con sus ofertas, les ayuda a sus vecinos de Wilde a ganarle a la inflación. (Foto y video: Leandro Heredia / VideoLab TN)

Con la ayuda de mayoristas y distribuidores amigos y trabajando más de 16 horas por día, lo que comenzó como un negocio itinerante, pasó a ser un comercio en el garage de su casa: “Durante los primeros tiempos no teníamos capital ni mercadería. Era ir a los hipermercados con un changuito y buscar ofertas. Compraba seis paquetes, los vendía y con esa plata corría a comprar más. Fue un año más o menos en el que tuve que changuear todos los días”.

Abel repite que la clave para seguir vendiendo – con el volumen en que lo hace- está en los precios. “Son imbatibles. Cuando me dan un producto para vender las distribuidoras, yo sé que lo tenemos que tener más bajo que el hipermercado. De esta manera, le damos a los vecinos la posibilidad de comprar a precio mayorista en un producto, pueden ahorrar y los que quieran revender”.

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