Las medias de compresión son una herramienta médica ampliamente utilizada para mejorar la circulación sanguínea en las piernas. Están diseñadas para aplicar una presión gradual que disminuye desde el tobillo hacia arriba, ayudando a que la sangre fluya más fácilmente hacia el corazón.
Son recomendadas para una variedad de condiciones y situaciones, desde la prevención de problemas venosos hasta la recuperación postoperatoria.
Los médicos subrayan la importancia de usar las medias de compresión correctamente y bajo la supervisión de un profesional de la salud. La doctora Ana López, especialista en angiología de España, menciona: “Las medias de compresión son un pilar fundamental en el tratamiento de las enfermedades venosas, pero es esencial que sean correctamente prescritas y ajustadas para evitar complicaciones como úlceras por presión o incomodidad”.
Para qué sirven las medias de compresión
Las medias de compresión son útiles en una amplia gama de situaciones:
- Prevención de varices y trombosis venosa profunda (TVP). Son recomendadas para personas que permanecen mucho tiempo de pie, sentados, o que viajan frecuentemente en avión.
- Tratamiento de varices y edemas: las medias de compresión pueden aliviar síntomas como la hinchazón, el dolor y la sensación de pesadez en las piernas.
- Mejora de la circulación. Ayudana prevenir la acumulación de sangre en las extremidades inferiores.
- Recuperación postquirúrgica. Después de cirugías venosas, como la escleroterapia o la ablación endovenosa, las medias de compresión son esenciales para reducir la inflamación y promover la cicatrización adecuada.
- Deporte y actividad física: Muchos atletas las utilizan para mejorar el rendimiento y reducir la fatiga muscular, ya que favorecen la circulación durante y después del ejercicio.
“Desde el punto de vista dermatológico, las medias de compresión no solo son efectivas para manejar las varices y el edema, sino que también pueden ayudar a prevenir úlceras venosas en pacientes con insuficiencia venosa crónica. Siempre enfatizo la importancia de seleccionar la compresión adecuada para cada paciente, ya que esto maximiza los beneficios y minimiza los riesgos de irritación cutánea o incomodidad”, señala la doctora Margaret Mann, Dermatóloga y Especialista en Enfermedades Venosas, Universidad de Case Western Reserve de Estados Unidos.
Consejos para elegir las medias de compresión
Elegir las medias de compresión adecuadas es fundamental para obtener los beneficios deseados. Aquí hay algunos factores a considerar:
- Nivel de compresión. Las medias vienen en diferentes niveles de compresión, medidos en milímetros de mercurio (mmHg). Los niveles más comunes son: Ligera (8-15 mmHg), adecuada para aliviar la fatiga y prevenir la hinchazón leve. Moderada (15-20 mmHg), recomendada para prevenir y tratar varices moderadas y edema. Fuerte (20-30 mmHg), utilizada en casos de varices severas, trombosis o postoperatorios. Muy fuerte (30-40 mmHg o más), indicada para condiciones graves bajo supervisión médica.
- Tamaño y ajuste. Es crucial que las medias se ajusten correctamente. Se deben medir los tobillos, pantorrillas y muslos para asegurar un ajuste adecuado. Unas medias demasiado apretadas pueden ser incómodas y unas demasiado sueltas no proporcionarán el soporte necesario.
- Material y confort. Las medias de compresión vienen en diferentes materiales, como nylon, spandex o algodón. Es importante elegir un material que sea cómodo para el uso prolongado, especialmente si se requiere usarlas todo el día.
- Longitud. Pueden ser de pantorrilla, muslo o de cuerpo entero. La elección depende de la ubicación y la severidad del problema venoso. Por ejemplo, si el problema está principalmente en la pantorrilla, las medias hasta la rodilla pueden ser suficientes.