La situación en Venezuela se hace cada día más difícil. Al fraude electoral perpetrado por el chavismo, se le suman problemáticas del día a día como ir a trabajar, llegar a fin de mes o cargar nafta.
En Venezuela existen dos tipos de nafta que conllevan dos sistemas distintos. La primera es subsidiada y está solventada por el Gobierno, mientras que la segunda es internacional y funciona de la misma manera que en la Argentina.
Para cargar la nafta subsidiada, el cliente tiene que registrar su auto en un sistema para que el Gobierno pueda darle un bono de 120 litros de nafta por mes. Para ingresar a este sistema, deberán pagar un precio de entre tres y cuatro dólares.
Este tipo combustible solo se puede cargar en las estaciones de servicios especializadas y si el automovilista agota los 120 litros antes de que comience el nuevo mes, deberá cargar nafta internacional hasta que se le vuelva a actualizar el bono.
La diferencia con respecto al combustible internacional se nota en dos puntos importantes: los precios a la hora de cargar y la cantidad de gente que hay en las estaciones de servicio. En las que cargan nafta subsidiada, las filas son interminables, mientras que las otras están vacías.
“Siempre cargo en estas estaciones de servicio porque para cargar la nafta subsidiada hay una cola horrible y podés estar todo el día”, dijo una joven venezolana en diálogo con TN mientras esperaba por cargar nafta internacional.
La mujer explicó que trabaja como empleada en una cervecería regional y que le alcanza para llenar el tanque de su auto -un Peugeot 206- pese a los altos costos que tiene la nafta internacional. Además, según señaló, el combustible es mejor.
Uno de los empleados de la estación de servicio explicó que este tipo de combustible tiene un precio de un dólar cada dos litros y la joven detalló que “20 dólares cuesta llenar el tanque”.
De esta manera, llenar el tanque de un auto con nafta internacional en Venezuela cuesta siete veces más que el sueldo de una médica que trabaja en un hospital público y percibe un salario mínimo de tres dólares al mes.