La titular del Juzgado de Garantías N°1 de Resistencia buscará una jubilación anticipada ante posibles medidas disciplinarias por parte del STJ
La jueza María de las Mercedes Pereyra, titular del Juzgado de Garantías N°1 de Resistencia, presentó su renuncia ante el Superior Tribunal de Justicia del Chaco, anticipándose a un posible juicio político. La magistrada había sido duramente cuestionada por su decisión de otorgar prisión domiciliaria a Carlos Barraza, decisión que fue anulada por su colega Héctor Sandoval la semana pasada.
Pereyra, quien lleva más de una década en el cargo, buscará ahora acogerse a la jubilación anticipada en medio de un contexto caldeado por sus polémicos fallos. Su decisión de beneficiar unilateralmente a Barraza, un piquetero acusado de fraude contra el Estado, sin tener en cuenta a los fiscales, generó una ola de críticas y reavivó viejas denuncias por mal desempeño.
No es la primera vez que la jueza Pereyra enfrenta cuestionamientos. En 2016 y 2019, enfrentó posibles juicios políticos por acusaciones de abuso de autoridad y desvío de poder, aunque ambos procesos fueron desestimados. Además, su historial incluye decisiones controvertidas en otros casos, como el otorgamiento de revinculación a la familia Sena, implicados en el femicidio de Cecilia Strzyzowski.
La reciente decisión de Pereyra de otorgar prisión domiciliaria a Barraza fue rápidamente revertida por el juez Sandoval, quien consideró que la medida se tomó sin la debida consulta con los fiscales y vulneraba principios de garantías constitucionales. Este episodio intensificó el escrutinio sobre su actuación judicial y llevó a considear un posible pedido de jury por parte del procurador general Miguel Fonteina.
âLa magistrada también había sido criticada en este sentido por el ministro de Seguridad provincial Hugo Matkovich, quien manifestó que «la jueza no entiende que vinimos a poner orden». Esta crítica, que se sumó posteriormente a la del procurador general, fue calificada por Adrián Gaitán, representante de la Asociación de Abogados Penalistas del Chaco, como un «ataque a la independencia de poderes», por parte del Ejecutivo, reavivando la polémica en torno a la jueza que este lunes decidió dar un paso al costado.
La renuncia de Pereyra busca evitar un posible jury que podría surgir debido a las renovadas denuncias en su contra. De ser aceptada su jubilación anticipada, pondría fin a su carrera judicial, marcada por tanto por sus decisiones polémicas como por las acusaciones de mal desempeño.