El Gobierno nacional oficializó la suspensión del cobro de retenciones a los productos lácteos, que estarán exentos hasta el 30 de junio de 2025.
La medida, que se había anunciado en mayo pasado, busca darle alivio al sector tambero en momentos en los cuales atraviesa una profunda crisis.
En Entre Ríos, una de las provincias donde más predomina la actividad, hay 624 establecimientos ganaderos que vacunaron en calidad de tambos. Esto significa 49 menos que en 2023 y una merma de 247 desde 2015 a la fecha. Así lo alertaron desde la Federación de Asociaciones Rurales de Entre Ríos (FARER) y de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) en base a datos de la última vacunación de aftosa..
Por otro lado, uno de los datos menos alentadores de este relevamiento para la producción tiene que ver con la evolución de animales productivos, que cayó en el orden del 18%, ya que se pasó de 84.187 vacas en producción en toda la provincia a 69.405 cabezas. Eso da como resultado una pérdida de 14.782 ejemplares.
En el análisis de cada departamento, Gualeguaychú y Paraná están a la cabeza de los que más productores perdieron. Puntualmente lidera este ranking negativo Gualeguaychú (-12) y lo siguen Paraná (-11); Nogoyá (-9); Tala (-7); Diamante y La Paz (-3); Victoria (-2) y Uruguay y Villaguay (-1).
“Estos datos concretos marcan que, al igual que en otros puntos de la Argentina, la provincia de Entre Ríos no logra detener la sangría de tambos, con el agravante de que no aparecen en el horizonte políticas claras en esta cadena agroalimentaria, que es de las más importantes de nuestro país”, señalaron desde CRA.
Qué dice el decreto que suspende las retenciones a los lácteos
En este contexto, a través del Decreto 557/2024 firmado por el presidente Javier Milei, el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y el ministro de Economía, Luis Caputo, se prorrogó la exención dispuesta por el artículo 1° del Decreto N° 506 del 3 de octubre de 2023, creado por el gobierno anterior, dejando las alícuotas en cero por un año más.
Asimismo, se dispuso continuar sin efectuar reintegros a las exportaciones para los productos elaborados con leche y sus derivados.
Entre los argumentos para prolongar por un año la reducción a cero de las alícuotas de las retenciones a ciertos lácteos y derivados (posiciones arancelarias Nomenclatura Común del Mercosur), se menciona que en el último semestre, gracias a esa decisión “se evidenció un paulatino pero constante crecimiento interanual en los volúmenes de exportación de los productos lácteos; esto, incluso a pesar de contar con precios promedios de exportación más bajos que meses anteriores, dando cuenta de que aumentó la posibilidad de concreción de operaciones, a mayor resguardo de las fluctuaciones en la cotización internacional”.
Además, el decreto destaca que la mejora en el tipo de cambio oficial, a partir de diciembre de 2023, “impulsó y acompañó el referido crecimiento, destacándose un impacto positivo en la mejora en el precio pagado al productor y en la rentabilidad del tambo promedio, que lleva una tendencia positiva en los últimos meses, con valores que no se registraban desde el mes de marzo de 2020″.
Por otro lado, se analiza que las perspectivas a futuro muestran una suba en los niveles de producción, en virtud de la mejora de las condiciones climáticas, lo cual promovería el crecimiento de los distintos actores del mercado lácteo, incentivando la producción y el agregado de valor nacional, e impulsando las ventas a mercados internos y externos.
Respecto de los reintegros a la exportación, y atento los diferentes productos del mercado lácteo y la rentabilidad de los mismos, desde el gobierno nacional se señala que el retorno de los mismos “no solo implicaría una alta erogación para el Estado nacional en un período de optimización y reducción del gasto público, sino que además alteraría el desarrollo de un mercado lácteo transparente y competitivo”.
El decreto sostiene que se debe otorgar al mercado mayor previsibilidad entre los diferentes eslabones de la cadena láctea, tanto en la etapa de producción como en la de industrialización, con el objetivo de fomentar un crecimiento del desarrollo de las economías regionales, así como un incentivo a inversiones e ingresos de divisas.
Según datos de la Secretaria de Bioeconomía, entre enero y mayo se exportaron 154 mil toneladas, 7% más que el mismo lapso de 2023. Pero por un valor de US$560 millones, que significa 3% menos que a igual periodo del año pasado.