Los hábitos son todas las conductas que repetimos de forma regular en nuestra rutina diaria. Los buenos hábitos son la base que necesitamos para tener una vida sana e incluyen hacer actividad física regularmente, tener una dieta saludable, pasar tiempo al aire libre y cuidar de nuestro bienestar emocional.
La mejor forma de incorporar un hábito en nuestro estilo de vida es poner recordatorios para realizar la actividad que queremos.
Nuestros hábitos se pueden clasificar en cinco categorías diferentes:
- Físicos: estos son todos los que se relacionan de forma directa con el cuerpo, como la higiene personal.
- Afectivos: se trata de los están relacionados a cómo interactuamos con nuestro entorno y a nuestras relaciones sociales.
- Sociales: estos son intrínsecos de las culturas, sociedades y grupos en los que nos encontramos inmersos.
- Morales: determinan lo que se piensa que es correcto y la forma en la que puede llegar a considerarse una buena persona.
- Intelectuales: se refieren a todas las actividades relacionadas con el aumento del intelecto y el entendimiento.
Los nueve hábitos que recomienda Harvard
Según la Universidad de Harvard, hay hábitos que debemos llevar a cabo para tener una vida saludable y son los siguientes:
- Hacer un estiramiento matutino. Despierta el cuerpo, mejora la circulación y favorece la relajación, ayudando a marcar el tono del día, indican los especialistas. Entre otros estiramientos, se recomienda flexionar y soltar piernas, doblar las rodillas y levantar las piernas en el aire, sentarse y mirar lentamente hacia la izquierda y luego hacia la derecha, girar los hombros varias veces, flexionar las muñecas hacia arriba y hacia abajo y abrir y cerrar las manos repetidamente.
- Mantenerse hidratado. Favorece la digestión, mejora el rendimiento cerebral y aumenta la energía, entre otros beneficios para la salud. Se aconseja beber un vaso grande de agua después de despertarse y un vaso con cada comida.
- Aplicar protector solar todos los días. Si bien su uso es más frecuente en verano, los expertos de Harvard afirman que es primordial su uso diario, ya que es la mejor defensa contra los rayos que dañan la piel.
- Consumir frutos secos. Las nueces y semillas sin sal, como almendras, nueces, maníes y anacardos contienen muchos nutrientes beneficiosos y ayudan a prevenir los antojos de alimentos altamente procesados. Las nueces son ricas en calorías, así que limítese a una porción del tamaño de la palma de la mano.
- Tomar una siesta. Puede recargar un cuerpo cansado y mejorar la función cognitiva, por lo que recomendó programarla para las primeras horas de la tarde, aunque deben ser de corta duración. Un estudio publicado por General Psychiatry encontró que las personas que toman siestas obtienen puntuaciones más altas en pruebas cognitivas que las que no toman siestas. Los investigadores encontraron que las siestas más cortas y menos frecuentes (que durasen menos de 30 minutos, no más de cuatro veces por semana) se asociaban con el mayor beneficio.
- Moverse. Interrumpir los períodos de estar sentado con pequeños movimientos es un buen hábito para la salud. Por ejemplo, bailar en lugar de caminar o hacer 10 sentadillas o flexiones de brazos (en el suelo o contra la mesada de la cocina). Se puede adquirir el hábito de levantarnos dos veces cada vez que nos pongamos de pie, es decir, levantarnos, volver a sentarnos y luego volver a levantarnos.
- Tomar un respiro. La respiración con fosas nasales alternas, en la que se respira por una fosa nasal a la vez, ayuda a reducir el estrés al ralentizar el ritmo respiratorio y obligarlo a respirar profundamente, explican. Con un dedo o el pulgar, cerrar una fosa nasal e inhalar y exhalar lentamente por la fosa nasal abierta. Después de aproximadamente cinco a diez respiraciones, cambiar y cerrar la otra fosa nasal y repetir el patrón de respiración.
- Disfrutar de pasatiempos. Según un estudio publicado por Nature Medicine, es bueno para la salud y el estado de ánimo general de las personas. Los pasatiempos implican creatividad, participación sensorial, autoexpresión, relajación y estimulación cognitiva. Una forma de adquirir un nuevo pasatiempo es con un kit de proyecto diseñado para enseñarle una habilidad como jardinería, construir un modelo, tallar madera o hacer cerveza, jabón, salsa picante o joyería, recomiendan.
- Ser sociable. Desde Harvard remarcaron que las interacciones sociales pueden evitar la soledad y proteger contra la depresión y el deterioro cognitivo. Entre las opciones para llevar a cabo, proponen tener algún tipo de interacción social diaria ya sea con llamadas telefónicas, correos electrónicos o conversar con un vecino. Otra opción es crear su propio grupo social: un grupo pequeño e íntimo con el que interactuar regularmente, como reunirse para tomar un café o conversar a través de una llamada de Zoom. Las conversaciones informales también son útiles; por ejemplo, charlar con un empleado de una tienda de comestibles o interactuar con un extraño en la calle.