Javier Milei echó a Diana Mondino de la Cancillería luego de que Argentina votara a favor d Cuba en la Asamblea de la ONU. Argentina votó junto a 186 países que acompañaron el reclamo de la isla caribeña con la excepción de Estados Unidos e Israel (los dos aliados que eligió Milei) y abstención de Moldavia.
Tras el inédito acompañamiento, fuentes diplomáticas sugirieron que había sido por la necesidad de recuperar el apoyo perdido en el Comité de Descolonización de la ONU en la causa Malvinas o la supuesta concesión de la obra de modernización del aeropuerto José Martí de La Habana al empresario Eduardo Eurnekian, algo que en su entorno negaron.
Sin embargo, al conocerse el voto, Milei decidió echar a Mondino que ya venía resistiendo la intervención de Karina Milei en Cancillería desde hace meses primero con la designación de la interventora Ursula Basset y luego con el paulatino desarme del equipo que había armado en un principio. Ese proceso derivo en el desembargo de Nahuel Sotelo a la Secretaría de Culto y Eduardo Bustamante a la vicecancillería en un acuerdo con Mauricio Macri por el apoyo del PRO al veto al financiamiento universitario.
Una fuente diplomática afirma que «dicen que es por la votación en la ONU pero la verdad es que Mondino estaba rodeada. Le sacaron a toda la gente de confianza y la rodearon de Karinamileistas y macristas. Hay que ver si lo de la ONU no fue una maniobra de ella para que de una vez por todas le pidan la renuncia».
Para esta semana estaban previstas nuevas salidas del viejo equipo del ex vicecanciller de Mondino, Leopoldo Sahores, como el director de organismos Internacionales , Carlos Torres Lépori, su esposa y jefa de gabinete de Sahores, María Silvia Cerrato, y la Subsecretaria de Política Exterior, Marcia Levaggi, como parte de la purga que encabeza Karina.
Otros episodios que fueron exponiendo a Mondino fueron el desplante de Milei en una reunión con embajadores de países árabes y sugerir que Argentina podría volver a los BRICS, una declaración de la que tuvo que desdecirse.
Por eso, hace meses que su salida estaba al caer y hasta hubo ofrecimientos formales, como reveló en exclusivo LPO, al jefe de la Organización Internacional de Energía Atómica (OIEA) Rafael Grossi, pero que lo terminó rechazando.
LPO anticipó que Karina Milei quería aprovechar la crisis por el comunicado «Falklands» para acelerar la salida de la ministra, lo que finalmente se concretó.
Con este cuadro, todos los caminos condujeron a Gerardo Werhein, embajador argentino en Estados Unidos que viene ganando poder interno en nombramientos claves como los representantes ante el Fondo Monetario Internacional, Banco Mundial, Organización de Estados Americanos y el más reciente, el de las Naciones Unidas, Francisco Tropepi, un diplomático de carrera que quedó a cargo de la embajada en Israel donde hizo un buen trabajo tras la escandalosa salida de Sergio Urribarri durante el mandato de Alberto Fernández y trabajó bajo el mando de Werthein en la embajada argentina en Washington y cuenta con su aval.
La noticia tomó por sorpresa a la Cancillería, no porque Mondino no estuviera aislada hace meses sino por lo que termina disparando su salida. «Es muy raro todo. Porque Mondino no tomaba estas decisiones sin consultar. Nadie puede imaginar que Mondino mande a votar a favor de Cuba en la ONU por su cuenta», afirma.
El martes por la noche, el vice Eduardo Bustamente mandó tres circulares en sintonía con la carta de Milei a los diplomáticos a los que le advierte que deberán irse si no «abrazan las ideas de la libertad» en donde además de congraciarse con la nueva línea libertaria de la Cancillería, muchos diplomáticos leyeron con el inicio de una disputa con Nahuel Sotelo por el control del ministerio. La llegada de Werthein pone fin a este vacío de poder y termina de alinear a todas las tribus.
En cuanto al reemplazo de Werthein en Washington, todas las fuentes consultadas confirman que será alguien del riñón del nuevo Canciller.
El gobierno confirmó la designación y advirtió que «iniciará una auditoría del personal de carrera para identificar a los enemigos de la libertad».