El conflicto universitario recrudece la guerra interna entre Santiago Caputo y Sandra Pettovello. Mientras todavía no se consuma el anunciado veto de Javier Milei a la ley de financiamiento universitario, un tema divide aguas en el seno del Gobierno.
Las universidades ya preparan para el 2 de octubre una movilización que empieza a desesperar a la ministra, que teme que el conflicto escale al punto de repetir la foto de la masiva marcha federal del 25 de abril, que causó al gobierno su primera derrota política de magnitud. La fecha elegida no es casual, el 3 de septiembre es el último plazo legal que tiene el presidente Milei para vetar la norma sancionada por el Congreso.
Pese a que se asoma en el horizonte un desafío similar, Santiago Caputo esta vez decidió no meterse. Un importante dirigente al tanto de la situación, afirmó a LPO: «Santiago se corrió porque especula con que la marcha se termine cargando a Pettovello».
LPO reveló en su momento que el principal asesor político de Milei arrastra una pelea fuerte con la ministra de Capital Humano a quien acusa de no tener muñeca para maniobrar políticamente con los rectores y haber alimentado un conflicto que ahora le estallará al gobierno en la cara.
Pero esta prescindencia del tema no es compartida por el secretario de Educación, Carlos Torrendell y encargado de Políticas Universitarias, Alejandro «Galleguito» Álvarez, ambos cercanos al super asesor, pero que en este conflicto ven jugarse su destino. «Torrendel y el Galleguito están desesperados para evitar que Milei vete la ley, pero no tienen margen», agregó a LPO la fuente consultada.
En efecto, no dudan que una foto similar a la de esa histórica movilización -una de las más multitudinarias desde el regreso a la democracia- podría llevárselos puesto.
Con un dejo de cinismo importante, en el entorno de Santiago Caputo especulan con que la crisis deje al borde de la salida a Pettovello, a quien Milei sigue sosteniendo contra la opinión de su asesor y su hermana. El vínculo del Presidente con su ministra es especial, al punto que la titular de Capital Humano se ha quedado a dormir en la Quinta de Olivos.
Milei tiene hasta el 3 de octubre para vetar la ley, por lo que en el ámbito universitario ven a la marcha de 2 como una acción de presión al Congreso para que junte los dos tercios y logre rechazar el veto presidencial. «Esta vez marchamos ólo al Congreso, no tiene sentido ir a la Casa Rosada, a Milei hay que pasarlo a pérdida», dijo a LPO uno de los organizadores.
La ley aprobada con el voto de casi toda la oposición en el Senado, incrementa el presupuesto universitario en 600 mil millones de pesos. «VETO TOTAL», escribió de inmediato el Presidente en su cuenta de X. Pero todavía no se materializó, se especula que pod®ía hacerlo a su regreso de Nueva York, donde viajó para hablar en la ONU.
LPO contó que un diputado libertario pidió que Javier Milei no proceda con el veto a la ley de financiamiento universitario inmediatamente después del asado con el que agasajó a 87 legisladores que blindaron el veto a la movilidad jubilatoria. «Sería una vergüenza», dijo.
Mientras, fuentes del Gobierno aseguran que Pettovello «no sabe qué hacer» ante este tema y que espera por una pronta resolución del propio Milei.
En el ámbito universitario el malestar es creciente. Creen que el recorte de recursos que sufren por parte del Gobierno va más allá de las planillas de excel y tiene que ver con una deliberada animadversión ideológica de Milei contra las universidades públicas.
Eso, en un contexto donde universidades privadas están llevando a cabo una agresiva campaña para captar profesores de universidades públicas.
Según confió a LPO un directivo de la UBA, las universidades privadas están aprovechando los pésimos salarios que paga el Estado para hacer ofertas a los profesores que duplican y hasta triplican los salarios de la UBA. Pero esa oferta viene acompañada de una condición: que renuncien a la universidad pública.
Eso ya está generando un éxodo de profesores universitarios nunca visto en las últimas décadas. Por caso, en la Facultad de Veterinaria de la UBA ya se fueron 40 docentes.
Esa avanzada de las universidades privadas para captar profesores de la UBA y otras universidades públicas surte efecto en medio de una drástica caída de los salarios en tiempos de Milei, donde los docentes universitarios, con cero por ciento de aumento en los primeros meses de 2024, sufrieron una pérdida de poder adquisitivo que fue el doble de la que tuvieron los empleados estatales.
Los universitarios preparan otra marcha masiva ante la amenaza de veto de Milei
El panorama es igual de dramático en los colegios de la UBA, donde los docentes cobran un 30 por ciento menos que los docentes de las escuelas secundarias públicas de la ciudad. Eso nunca antes había pasado.
Con ese desplome salarial, en el sector universitario ven que si la ley de financiamiento resiste al veto, el poder adquisitivo de los docentes lograría recuperar lo perdido este año, pero no ganar ante el proceso inflacionario.