En un reciente encuentro en Barranqueras, Juan Carlos Ayala, referente del justicialismo, compartió su visión sobre la situación actual del movimiento y la necesidad urgente de un verdadero acompañamiento a los sectores más vulnerables, especialmente a los jubilados y a los ciudadanos en general. Ayala no solo abordó la situación crítica que enfrenta la sociedad, sino que también cuestionó la falta de acción decisiva que, a su juicio, debería estar liderando el justicialismo en este momento.
Desde el inicio de su discurso, Ayala dejó en claro que la preocupación por el presente y el futuro del movimiento justicialista es acuciante. «Este año se está por terminar y seguimos con la autocrítica, cuando lo que realmente deberíamos estar haciendo es trabajar por un nuevo Chaco, enfocado en la producción y el empleo, con propuestas renovadoras», señaló. Esta reflexión invita a una profunda evaluación de la estrategia del justicialismo en el contexto actual, donde las necesidades de la población parecen no estar siendo atendidas de manera efectiva.
El justicialismo, sugiere Ayala, tiene que superar el estancamiento y la complacencia. A pesar de los esfuerzos evidentes de militancia y dirigencia, él enfatiza que las obras y proyectos que supuestamente deberían estar beneficiando a la comunidad se ven empañados por «errores propios» y «soberbia». Es un reconocimiento que implica no solo una mundana evaluación de logros y fracasos, sino un llamado a la acción: «Si no revisamos los errores del pasado, corremos el riesgo de perpetuarlos en el futuro».
Ayala citó una frase del General Juan Domingo Perón que resuena con fuerza en el contexto actual: «Los hombres somos todos buenos, pero si se nos controla, somos mejores». Esta afirmación subraya la importancia de la accountability dentro de la política, insinuando que la falta de control y crítica interna ha contribuido al deterioro del movimiento. Para él, no se trata simplemente de criticar, sino de adoptar un enfoque constructivo que permita aprender de los errores y forjar un camino hacia adelante.
La defensa de las alianzas permanentes sobre las transitorias fue otro punto crucial en el discurso de Ayala. Afirmó que «las únicas alianzas permanentes son las económicas» y que las políticas, por su naturaleza, son cambiantes. Sin embargo, eso no debería ser un impedimento para que la militancia colabore eficazmente con todos los sectores involucrados, desde la política hasta el empresariado nacional y popular. Reiteró la importancia de la movilización y la organización como herramientas estratégicas para enfrentar la situación actual, especialmente en un contexto donde algunas organizaciones han sido estigmatizadas por la percepción pública.
En sus palabras, Ayala expone una visión esperanzadora, señalando que «cuanto más rápido se desahoguen los compañeros, mejor será la situación». Esto indica una clara voluntad de trabajar en favor de la base social del justicialismo, de entender sus necesidades y expectativas, y de actuar en consecuencia. Una vez más convoca a la militancia a unir fuerzas y trabajar codo a codo para avanzar hacia un futuro más prometedor.
El encuentro también destacó un dato alentador: la participación activa e interesada de los intendentes, con casi 40 presentes en la última reunión. «Estamos sembrando en un terreno que se va abonando hacia el futuro», comentó Ayala. Esto indica un cambio en la dinámica de la política local y la intención de fomentar un diálogo constructivo que involucre a todos los sectores.
Las reuniones continúan, con un plan claro de trabajo que incluye encuentros en Barranqueras, Resistencia y Sáenz Peña, poniendo énfasis en la importancia de cerrar debates y acordar cómo proceder en un contexto de incertidumbre. Ayala reafirma su compromiso y el de su equipo con la militancia, con la certeza de que, a través de un esfuerzo conjunto, podrán superar los desafíos que enfrentan.
En conclusión, el mensaje de Juan Carlos Ayala en Barranqueras es un llamado a la acción, una invitación a la reflexión y a la unidad dentro del movimiento justicialista. Consciente de los errores del pasado y firme en su deseo de construir un nuevo futuro, Ayala aboga por un justicialismo renovado, centrado en las necesidades de los ciudadanos y en la construcción de un Chaco más equitativo y productivo. La militancia tiene ante sí un desafío considerable, pero también una oportunidad invaluable para reconfigurar el rumbo del justicialismo, reafirmándose como una fuerza aliada de la sociedad.