La sesión en la Cámara de Diputados para tratar la reformar del sistema previsional que impulsa Maximiliano Pullaro se suspendió en medio de un escándalo y una votación irregular, cuestionada por la oposición.
Cuando la sesión recién alcanzaba la primera hora de sesión y solo habían hablado tres diputados, la presidenta de la Cámara, la socialista Clara García, suspendió la intervención del libertario Juan Domingo Argañaraz y adelantó la votación porque manifestantes habían violentado la puerta de la Legislatura.
Los minutos de la votación se vivieron en medio de la confusión y los gritos entre la oposición y el oficialismo y el expediente se terminó aprobando con 23 votos positivos, 9 negativos y 11 abstenciones.
«No es así», gritaba Amalia Granata que no sabía si los siete bloques de sus votos habían sido considerado negativos o abstenciones y adelantaron que judicializarán la votación. En el mismo sentido, se manifestó Carlos del Frade que cuando se retomó la sesión, dijo que los tres votos de su bloque que en planilla fueron registrados como abstención eran negativos.
A su vez, el ex gobernador Omar Perotti ahora sentado en una banca en la Legislatura también manifestó sus dudas respecto a la legitimidad de la votación: «nuestro bloque no alcanzó a plantear nuestra posición, no se autorizaron las abstenciones ni que se votaba», dijo a los medios y consideró a la votación como irregular.
Mientras tanto, en las puertas de la Legislatura un grupo minúsculo de manifestantes comenzaron a tirar piedras y a forzar el ingreso del edificio que, curiosamente, no contó con vallado provisorio. Ante esto, los socialistas apuraron el tratamiento y todo terminó en escándalo.
Lo que quedó de manifiesto es que la reforma previsional no contaba con el apoyo unánime de todo el oficialismo: «había varios incómodos», dijo a LPO un aliado a Pullaro. «Si las 11 abstenciones se convierten en votos negativos queda en evidencia el ajustado margen de la votación», dijo la misma fuente.
El socialismo que venía de cuestionar fuertemente el veto de Milei en el Congreso de la Nación que rechazó el aumento a jubilados, en Santa Fe terminó siendo el partido que le garantizó a Pullaro la reforma previsional cuestionada por docentes y empelados públicos que aseguran que en los hechos modifica la edad jubilatoria y el 82% móvil.
