Ingenieros de la NASA y de la empresa Boeing pospusieron el regreso a la Tierra del primer vuelo tripulado de la nave Starlink. La cápsula con dos astronautas está acoplada a la Estación Espacial Internacional (EEI) desde el 6 de junio.
Fugas de helio, una válvula que no cierra y un propulsor que no arranca son las fallas que deberán resolver los técnicos antes de poder realizar el intento de desacoplar el vehículo espacial.
Para poder traer a la Tierra a los dos astronautas que viajaron en el vuelo inaugural del Starliner, la NASA pidió más tiempo y confirmó que el retorno se llevará a cabo después de la fecha prevista: pasará del 22 de junio a la semana del 26 al 2 de julio.
“El tiempo extra permitirá al equipo finalizar la planificación de la salida y las operaciones”, escribió la NASA en el blog del Centro Espacial Kennedy. La nave espacial está habilitada para “un retorno de emergencia de la tripulación, dentro de las reglas de vuelo”, informó.
La NASA afirmó que continúan con el análisis de las capacidades de Starliner, mientras se preparan para el objetivo de largo plazo: realizar una misión de seis meses en la estación espacial.
Trabajan para reparar fugas de helio y fallas en los propulsores
Los equipos de la NASA trabajan para solucionar fugas de helio y problemas con al menos cuatro propulsores del Sistema de Control de Reacción de la nave.
Además, la NASA y Boeing aprovecharán el tiempo para realizar una prueba de encendido de los ocho propulsores de popa, mientras la nave está acoplada.
Los astronautas veteranos de la NASA Suni Williams y Butch Wilmore llegaron a la estación espacial el 6 de junio. Iban a estar en el espacio durante ocho días, pero por las fallas detectadas en la nave estarán en la EEI el doble de tiempo.
Cuando la NASA confirme la luz verde para el desacople, Williams y Wilmore abandonarán la estación espacial a bordo del Starliner. Si todo sale según los cálculos, después de unas horas de vuelo aterrizarán en el desierto de Nuevo México con paracaídas.