Cepillarse los dientes dos veces al día puede ser más importante de lo que pensamos, especialmente en entornos hospitalarios.
Según una investigación dirigida por Harvard y publicada en JAMA Internal Medicine, los pacientes gravemente enfermos que se cepillan los dientes dos veces al día tienen muchas menos probabilidades de desarrollar neumonía adquirida en el hospital. Este simple hábito de higiene bucal también reduce la necesidad de ventiladores y permite una recuperación más rápida en la UCI.
La placa bacteriana en los dientes es extremadamente pegajosa y sólo puede ser eliminada de manera eficaz mediante el cepillado. El enjuague bucal, por sí solo, no puede lograr este nivel de limpieza. Por ello, cepillarse los dientes dos veces al día es crucial para prevenir la acumulación de bacterias que pueden causar infecciones respiratorias graves. Esta práctica no solo es beneficiosa para los pacientes hospitalizados, sino también para mantener una buena salud bucal en general.
Los resultados del estudio son claros: los pacientes que se cepillan los dientes dos veces al día tienen un 33% menos de probabilidades de desarrollar neumonía adquirida en el hospital. Además, estas personas pasan menos tiempo conectados a ventiladores y tienen una tasa de mortalidad en la UCI un 19% menor que aquellos que no siguen este régimen de cepillado. Esto subraya la importancia de mantener una rutina de cepillado regular para la salud integral.
Cepillarse los dientes tres o más veces al día no mostró beneficios adicionales en comparación con hacerlo dos veces al día. Esto indica que mantener una higiene bucal adecuada no requiere un esfuerzo excesivo, sino simplemente adherirse a una rutina consistente.
Cuáles son las recomendaciones para cepillarse los dientes
- Frecuencia: cepillate los dientes al menos dos veces al día, por la mañana y antes de acostarte. Esto ayuda a eliminar la placa bacteriana que se acumula a lo largo del día y durante la noche.
- Duración: dedicá al menos dos minutos a cada sesión de cepillado. Dividí tu boca en cuatro secciones (superior izquierda, superior derecha, inferior izquierda, inferior derecha) y pasa 30 segundos en cada sección.
- Técnica: usá movimientos suaves y circulares con el cepillo de dientes, asegurándote de cepillar todas las superficies de los dientes: las partes frontales, posteriores y las superficies masticatorias. No te olvides de cepillar la línea de las encías.
- Cepillo: utilizá un cepillo de dientes de cerdas suaves para evitar dañar las encías y el esmalte dental, en la medida de lo posible. Considerá usar un cepillo de dientes eléctrico, ya que puede ser más efectivo para eliminar la placa.
- Enjuague y limpieza adicional: después de cepillarte, enjuagá tu boca con agua. Además, usá hilo dental al menos una vez al día para limpiar entre los dientes y eliminar la placa y los restos de comida que el cepillo no puede alcanzar.
- Reemplazo del cepillo: cambiá tu cepillo de dientes cada tres meses o antes si las cerdas están desgastadas. Un cepillo desgastado es menos efectivo para limpiar los dientes.
- Lengua y encías: no olvides cepillar suavemente tu lengua y encías para eliminar bacterias y refrescar tu aliento. Existen limpiadores de lengua específicos que pueden ser útiles.
- Visitas al dentista: realizá visitas regulares al dentista, al menos cada seis meses, para chequeos y limpiezas profesionales. Esto ayuda a detectar y prevenir problemas dentales antes de que se conviertan en problemas mayores.
- Dieta y hábitos: mantené una dieta equilibrada y limita el consumo de alimentos y bebidas azucaradas. Evita fumar y el consumo excesivo de alcohol, ya que estos hábitos pueden afectar negativamente la salud bucal.