El sudor corre por las mejillas de los dos jugadores de tenis. El piso azul de la cancha deja ver la raya blanca que separa los espacios de la competencia. Cuando se la observa detenidamente, esa línea representa algo más: es la división entre dos competidores, dos amigos, dos enemigos, dos rivales. En el medio, sin tomar partido por ninguno, está ella.
Así comienza Desafiantes, la película dirigida por Luca Guadagnino y que protagoniza Zendaya, en un rol dramático y contundente con el que pretende darle un cambio a su carrera. Si bien en la serie Euphoria la actriz ya había demostrado que podía hacer otro tipo de trabajos mucho más profundos que la saga de Spider-Man, en el film del italiano saca a relucir todo su carisma y muestra una faceta adulta.
De qué se trata “Desafiantes”, la nueva película de Zendaya
La película Desafiantes está dirigida por Luca Guadagnino, el reconocido realizador de Llámame por su nombre, un film que sirvió como bisagra para la vida profesional de Timothée Chalamet. Ahora, el cineasta busca ayudar a la metamorfosis de Zendaya, justamente, la coequiper del joven actor en la saga de Dune.
En Desafiantes, la actriz interpreta a Tashi Duncan, una mujer que vive entre la adolescencia y la adultez rodeada de canchas, raquetas y competencias. Como promesa del tenis se había destacado y había sido una gran campeona.
Por eso, en aquel momento, dos jóvenes jugadores, Art Donaldson (Mike Faist) y Patrick Zweig (Josh O’Connor) que recién empezaban en los circuitos quedaron hipnotizados ante su atractivo liderazgo.
Mientras los dos amigos la conocen entre las bambalinas de las competencias deportivas y tratan de sacarse ventaja coqueteando con ella, hay algo más profundo que pasa por detrás. La relación entre ellos choca, entre la atracción de ejecutar un trío sexual, la dinámica de los partidos que sobrevienen y la vida diferente que tendrán.
Lo bueno y lo malo de “Desafiantes”, la nueva película de Zendaya
La “impronta Guadagnino” en Desafiantes se ve entre los primeros frames, cuando esta especie de trieja sin serlo desencadena el conflicto que sobrevuela todo el film. La exposición de la bisexualidad de los personajes se da como también ocurre en mayor o menor medida en Llámame por su nombre, Suspiria o Hasta los huesos.
La profundidad de la relación de los tres protagonistas tiene un tono extremadamente intenso, que navega entre lo sexy, lo furioso e incluso la vergüenza ajena, en algunos momentos.
El trabajo actoral, además, está perfectamente diseñado por Guadagnino, que va y viene en el tiempo a través de una trama narrada a partir de un partido de tenis como eje: el presente viaja al pasado reciente o remoto de los jugadores según la pelota cruce la red de un lado o del otro.
Como punto negativo, tal vez, aparece el tema del tono. Aunque es un drama, en algunos momentos varios pasos de comedia quedan fuera de contexto o no están a la altura de la compleja psicología de los protagonistas. Sin embargo, esos instantes no opacan lo estilizado de su factura.
Desafiantes guarda cierto aspecto muy similar al universo de Match Point de Woody Allen, aunque sin lo policial; también exhala cierto aire de la recordada Wimbledon de Richard Loncraine y encabezada por Kirsten Dunst, pero mucho menos naif.
La película tiene su propio registro del competitivo y vanidoso mundo del tenis: es un drama pop, donde la cámara por momentos viaja fugazmente al ritmo de la música electrónica y, de golpe, queda quieta entre los flejes del destino de sus protagonistas.
Por qué “Desafiantes” puede cambiarle la carrera a Zendaya
A partir de su estreno esta semana, Desafiantes pretende ser el disparador de otro tipo de carrera para Zendaya, un poco más ligada a roles dramáticos y lejos de sus trabajos en la ciencia ficción o historias para adolescentes.
Detrás de ese entramado emerge el director italiano de esta película que, en una entrevista con la revista Vogue, elogió el liderazgo que tiene la actriz en cualquier aspecto que emprenda a nivel laboral.
“Si hay una persona que podría ser directora sin que sea una vanidad para ella misma, es Zendaya. Tiene una curiosidad tan grande hacia lo real que, combinada con una disciplina rigurosa y una especie de interés científico en la técnica, creo que sería asombrosa en ello”, definió.
Al realizador lo contrató la propia Zendaya, que es la productora de la película. “Sabía todo sobre su maravillosa carrera. Siempre lo admiré”, dijo, sobre el cineasta, también para ese medio.
Entre los dos, entonces, fueron diseñando cada tramo de su figura dentro del film con un único objetivo: pensar en el futuro. En el reportaje que le dio a esa publicación aparece este dilema, tanto como el que tiene su propio personaje ficcional. ¿Qué hará a medida que pase el tiempo?
“Quiero salir cuando se necesite salir; tener una vida segura y protegida con mi familia sin preocuparme si no estoy alguna vez, no lo doy todo o creo que las cosas se me van a escapar”, reflexionó. Como Tashi lo hace a través del tenis, Zendaya intenta entender su cambio de destino a través de su película.