No se trata de un rumor, como el que dio vueltas en el mercado cambiario durante la tarde y que sobresaltó a los operadores. En ese momento, la versión de que el Gobierno avanzaría con un rápido desarme del cepo alteró las negociaciones y los precios, sobre todo en el mercado de los futuros del dólar.
Más bien, existen datos concretos, palpables, de que el escenario cambiario no luce tan transparente y previsible como el que mantiene a raya las cotizaciones de los dólares financieros.
Desde que arrancó el año, el dólar viene perdiendo por lejos contra la inflación. El MEP subió apenas el 6% y el contado con liqui, sólo el 11%. Todo a pesar de algunas inconsistencias, que en las últimas horas empezaron a aparecer en los informes de destacadas consultoras de la City.
¿Es sostenible la paz cambiaria? No sólo en el canal oficial, donde el Gobierno mantiene un crawling peg del 2% mensual a pesar de la elevada inflación.
La pregunta cabe también para las cotizaciones de los dólares financieros. Se sabe que el precio del contado con liqui está oficialmente intervenido ante la posibilidad de los exportadores de liquidar un 20% de sus ventas por ese canal, que ayuda a darle liquidez (oferta) permanente, lo que mantiene la cotización estabilizada.
Las dudas en el mercado
El último informe de la consultora PPI (Portfolio Personal Inversiones) da indicios de los posibles desequilibrios.
1. Sorprende que el BCRA mantenga el ritmo de compras a pesar de que los importadores ya estarían accediendo a la segunda cuota del 25% de las SEDI autorizadas desde el 26 de febrero.
2. La explicación sería una oferta de los exportadores que se mantuvo elevada, aun con la liquidación de la cosecha fina ya estando retirada. No obstante, al tomar mayor perspectiva, sigue siendo evidente que las compras de la autoridad monetaria se explican casi totalmente por la acumulación de nueva deuda comercial. El saldo positivo del BCRA por u$s10.600 millones compara con una diferencia entre importaciones devengadas y pagadas de u$s7.000 millones entre diciembre y enero, que podría estirarse hasta u$s9.000 millones incluyendo febrero.
3. La apreciación del peso en el mercado oficial (34,2% desde la devaluación del 13/12) por ahora no tiene impacto en las expectativas devaluatorias del mercado. Sin embargo, con una inflación corriendo en dos dígitos mensuales y el crawling en 2%, la apreciación se profundizará.
4. En algún punto los exportadores podrían retrasar la liquidación y los importadores sobrestockearse por percibir «barato» el oficial, lo que conspiraría contra de la acumulación de reservas. Por ahora, la brecha manda.