Ante el «toma y daca» que Javier Milei abrió con los gobernadores, el cordobés Martín Llaryora hizo saber a los suyos que se trata de una «discusión abierta» y que el bloque de diputados que le responde «no votará a libro cerrado» una iniciativa del Ejecutivo, sino que se procura que haya «diálogo y consenso» en la redacción de la nueva versión de la ley ómnibuns.
Un ministro que se mantuvo en contacto con Llaryora durante el discurso de Milei dijo a LPO que en el Gobierno cordobés se celebró que «alguien le haya hecho entender (al libertario) que sin acuerdo con los gobernadores no va a ir a ningún lado».
«Mile entendió que no podía avanzar si no abandonaba su actitud y decidió negociar para avanzar. ¿Hasta dónde llegará? No lo sabemos. Pero sí tenemos en claro que la convocatoria es a negociar. Es importante, y lo celebramos, que más allá del maquillaje del discurso haya un ámbito de discusión», dijo el funcionario provincial.
En ese marco, la decisión es que «no se va a votar ninguna ley a libro cerrado; si viene con, por ejemplo, retenciones, los diputados que representan al gobernador de Córdoba van a rechazar ese punto», es el ejemplo que usa el colaborador de Llaryora al momento de explicar que para el cordobés el «toma y daca» de la ley ómnibus a cambio de una compensación a las provincias no será suficiente.
En este punto, aclaró que la firma del bautizado «pacto de mayo» ocurrirá «sólo si hay un acuerdo antes con los gobernadores», quienes serían convocados a la Casa Rosada a iniciar las negociaciones. «Primó la racionalidad», dice el funcionario cordobés que fueron las palabras de Guillermo Francos al saludar a Llaryora en el Congreso y anticiparle la convocatoria.
El paquete de la negociación, entienden en el entorno de Llaryora, incluye el futuro del DNU y la restitución del Fondo Compensador del Transporte y del Fondo de Incentivo Docente. «No tiene los votos; si no hay consenso va a perder esa herramienta también. El Congreso le va a sacar una ley por cada cosa que él crea que puede sacar sin consenso. Y también queda el camino judicial, que es favorable a los planteos de los gobernadores».
«Llaryora quiere ser parte del acuerdo presentado como ‘fundacional’ y que tendrá a Córdoba como eje central, pero no traicionará a su electorado. «Está la negociación abierta como el primer día, aunque con un mayor deterioro social. Hasta mayo falta una eternidad», es la opinión en el entorno del mandatario cordobés.
La jugada de plantear un pacto para mayo le permite a Milei imponer una narrativa esperanzadora para transitar los meses más duros del ajuste, marzo y abril. «Fue astuto, nos parece bien que haga política, que deje de lado la intransigencia y que al final de su discurso, en el que insistió con las descalificaciones y agravios, haya abierto el ‘toma y daca’ para discutir cómo superar la crisis», agregó el alto funcionario provincial consultado.