Héctor Zavala, el abogado que acompaña al padre de Guadalupe Belén Lucero, la niña de 5 años desaparecida en San Luis el lunes último, criticó las filtraciones que vinculan lo ocurrido con una venganza narco y dijo que es solo “una hipótesis de la causa”; mientras que el letrado que representa a la madre destacó el trabajo de fuerzas federales y el ofrecimiento de una recompensa.
“Estos hechos solo sirven para sumar angustia a Erick Lucero y poner en peligro su seguridad personal y la de su familia ante la reacción popular”, dijo Zavala y agregó que el padre de la niña “es una persona de bien, que trabaja en el Plan Solidario, en un hospital, de lunes a viernes, y los fines de semana está con sus hijos”.
En declaraciones a Télam, el abogado indicó que “acompaña” a Lucero porque aun “no existe imputación alguna” sobre el hombre y señaló que “estos rumores han hecho que deba pedir un botón antipánico por miedo a que le quemen la casa”.
“El padre de Guadalupe pasa momentos de angustia y dolor” y estas versiones “no sólo no suman, sino que desvían la investigación y retrasan la posibilidad de encontrar a la niña”, añadió el letrado.
Con respecto a la recompensa de 2 millones de pesos que ofreció el Gobierno nacional para quienes aporten “información útil” que permita hallar a Guadalupe, sostuvo que “es una medida que había pedido Lucero desde el primer día” y dijo que “confía en que pueda ayudar en la búsqueda” ya que a esta altura “todo suma”.
“Solo sirven los datos certeros; la filtración en medios nacionales de datos que pertenecen a la causa no le hace bien a la búsqueda”, indicó Zavala.
Con respecto a las medidas de control fronterizo para evitar la posible salida de la niña de San Luis, consideró que “se tomaron tarde, ya que la autopista que conecta a San Luis con provincias vecinas se encuentra a una cuadra de donde Guadalupe desapareció y es una vía rápida que pudo utilizarse para sacar a la pequeña de San Luis”.
En tanto, Santiago Olivera Aguirre, el abogado de la madre de Guadalupe Lucero, destacó la prórroga del Alerta Sofía y el ofrecimiento de una recompensa por 2 millones de pesos que se puso en vigencia hoy, “como una herramienta para descartar que la niña sea rehén de personas que buscan dinero”.
El profesional, que defiende a Yamila Cialone, coincidió con su par Héctor Zabala, quien defiende a Eric Lucero, padre de la niña, en que las medidas para evitar que la sacaran de la provincia fueron “tardías” teniendo en cuenta que “en 40 minutos desde San Luis se está en el Arco de Desaguadero” límite con la provincia de Mendoza, apuntó.
Olivera Aguirre afirmó que la situación es “desesperante” y recalcó que, a pesar del “despliegue policial cuyas dimensiones” nunca vio en su vida, todas las pruebas “fracasan, los allanamientos fracasan, los datos no son certeros y seguimos esperando que Guadalupe aparezca”.

Al momento de su desaparición, la niña vestía una “campera de abrigo de tela tipo gabardina, de color negra con corderito interno de color rosado, y capucha con pelos de color blanco, pantalón de calza rosado con dibujos estampados, botas tipo borcegos de color negras, buzo de algodón frisado con la palabra `Love´ en el pecho de varios colores, debajo del buzo llevaba un buzo de lana de color blanco con pompones de colores, y polera de algodón de color rosado”.
La niña es “de contextura física grande para su edad, de 1,10 metros de altura aproximadamente, cabello negro lacio, largo hasta los hombros, tez morocha, ojos de color marrones oscuros” y “en su mejilla izquierda tiene un lunar, y un diente frontal superior quebrado”.
