La decisión oficial, que no concierne solo a eventos deportivos, limitaría el número de espectadores al 50% de la capacidad de un recinto o a un máximo de 10.000 personas, lo que sea menor.
Este esquema podría establecer los límites a utilizar en los Juegos Olímpicos que se celebrarán entre el 23 de julio al 8 de agosto sobre el número de espectadores locales, si los hubiera.
En marzo, los organizadores de Tokio 2020 tomaron la decisión sin precedentes de prohibir la presencia de espectadores que vengan del extranjero y deberán definir -una vez finalizado el estado de emergencia- si los espectadores que residen en Japón podrán acceder a las instalaciones de la competición y dentro de qué límite.
Expertos y funcionarios japoneses expresaron su preocupación en los últimos días de que la concentración de personas en los Juegos pueda acelerar las infecciones virales una vez finalice el estado de emergencia por la pandemia de coronavirus.
