El director del mecanismo Covax para América Latina, Santiago Cornejo, puso énfasis este martes en las dificultades que enfrentan los países de ingresos medios y bajos, entre ellos la Argentina para acelerar las campañas de vacunación contra el coronavirus y para poder producirlas en sus territorios.
El directivo participó de un panel en el foro “Geopolítica de las vacunas. Hacia una estrategia argentina de desarrollo y producción”, que organizó el Consejo Económico y Social que lidera Gustavo Béliz. Tuvo lugar a la misma hora en que se desarrollaban en Diputados las exposiciones de los laboratorios, entre ellos Pfizer.
Planteó, en ese sentido, que el principal desafío pasa por producir la mayor cantidad de vacunas en el menor tiempo. Para lo cual, hace falta una rápida transferencia de tecnología desde los países centrales a los periférica, más que modificar las normas de propiedad intelectual.
“La capacidad de producción es una barrera para el acceso a las vacunas”, indicó Cornejo para quien resulta necesario un acuerdo multilateral que genere incentivos financieros para acelerar inversiones a largo plazo en distintas partes del mundo y así aumentar la cantidad de sueros en condiciones de aplicar.
En ese sentido, recalcó que el proceso de fabricación más diversificado y global requiere de “fomentar la innovación y al mismo tiempo incentivar la transferencia de tecnología a distintos países”. También que se establezcan instrumentos financieros para respaldar las grandes inversiones que requiere ampliar las fábricas de vacunas antiCovid y “mecanismos de compra que den previsibilidad a los fabricantes”.
“Es un desafío para lograr una fabricación integral y sustentable, con incentivos financieros a la innovación, la producción local y la demanda previsible, pensando también en la próxima pandemia”, explicó.
Cornejo hizo un repaso del trabajo realizado desde la conformación de Covax para generar un acceso equitativo entre países de las vacunas desarrolladas en tiempo récord, y consideró que una de las trabas fundamentales estuvo dada por la lentitud en conseguir los fondos de los países para que el mecanismo pudiera firmar contratos con los laboratorios.
Planteó, sin embargo, que aún con los retrasos en las entregas, para este 2021, Covax logró compromisos vinculantes con 8 fabricantes “por volúmenes que permitirán cumplir con lo acordado con los distintos países”.
A su turno, la directora general de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), Carissa Etienne, coincidió en la necesidad de diversificar la fabricación global de insumos médicos y vacunas. Señaló que “la región está caracterizada por una dependencia importante que es la de importar medicamentos, insumos y vacunas”.
“Sólo el 4% de las tecnologías relacionadas con el Covid logró surgir de América latina y el Caribe”, graficó la funcionaria. La situación viene de arrastre: según datos de 2018, los insumos médicos representaban US$23,8 billones, contra exportaciones del rubro de solo US$2,3 billones.
El déficit en la industria de la tecnología está presente en todos los países de la región, a excepción de Costa Rica, República Dominicana y México, dijo Etienne y agregó que el gasto en innovación representa en los países de la región solo 0,03% del PBI, muy por debajo de las naciones de altos ingresos.
“La situación está dada en un contexto de dependencia más global que tiene la región. En insumos, medicamentos y vacunas, América latina es altamente dependiente de una cantidad pequeña de países”, indicó.
